Porque el tiempo tuyo
es parte de mi tiempo;
porque cada aliento de tus días
ofrece para mí el aliento indispensable
para recorrer la senda
sin temores ni tropiezos;
porque cada color del arco iris
es tono preciso para darle matiz
al horizonte de tus días
y al destino irrestricto de mis pasos;
porque cada nota musical que escuchas
se torna en canto de mis amaneceres;
porque del color intenso del alba
al inicio de tus días,
surge un susurro de encanto
para darle sabor a mi sendero irreductible;
porque tu historia
en fin,
se ha vuelto parte definitiva de mi historia;
por todo eso y mucho más,
el eco de tu sonrisa
se entrevera con el tiempo de mi tiempo
y descubro el cariño que lo nombra.
Roberto Arizmendi
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario